jueves, abril 30, 2009

EL PROFETA YUSHA (A.S.): GIGANTE DEL ISLAM (Sergio Fritz Roa)


(Lugar que señala al profeta Yusha - a.s- en la colina.
Fotografía del autor)

La mención a la existencia de gigantes es un hecho reiterado en todas las tradiciones de sabiduría del mundo. Hindúes, griegos, celtas, vascos, amerindios, chinos, dan prueba de ello. Pero también constan en los principales textos sagrados. La Torah, la Biblia y el Qur´an, por ejemplo.

En esta oportunidad deseamos escribir aunque sea brev
emente de uno de ellos: el profeta Yusha (a.s).



En nuestro segundo viaje a Turquía (año 2008) pudimos conocer gracias a la gentileza de un bello matrimonio un lugar que no sólo implicó para nosotros un goce estético por la vista privilegiada que se nos confería y desde la cual podíamos contemplar el Bósforo y los bosques de Istambul, sino principalmente por la especial sensación de paz. que emanaba allí. Era la colina de Yusha, (a.s) un lugar del distrito de Beykoz, en ese centro espiritual notable que es Istambul.


Aquel día, cientos de personas se dirigían hacia allí para orar y conocer la tumba de Yusha (a.s). Este según el sagrado Qur´an fue un profeta que continuó la dirección de los Bani Israel, el pueblo israelí, a la muerte del profeta Musa (Moisés), la paz sea con ellos. Se caracterizó por su valentía en las batallas, su liderazgo y por supuesto en su fe en el Único. Será quien en definitva asiente al pueblo israelí en lo que se ha llamado la Tierra Prometida.


(Tumba del profeta de varios metros de longitud. Fuente:

http://upload.panoramio.com/photo/2868492)




Pero también nos percatamos de otro hecho singular: las grandes dimensiones de la tumba del profeta... Si ya era un sepulcro especial por el hecho de tratarse de un profeta, más aun lo era por ser de tamaño descomunal. ¿Estábamos frente a la tumba de un gigante, de los cuales hablan las distintas formas tradicionales y que las leyendas conservan aun? Nuestro corazón se aceleró y recordamos aquellas viejas lecturas que nos deleitaron en la infancia, y juventud donde se hablaba de antiguos seres enormes que poblaron hace miles de años la Tierra. Pero no solo dicha literatura, sino una más importante, una sagrada. Y así, rememoramos el hadith (dicho del Profeta Muhammad, s.a.w.s)
recopilado por Muslim en su libro 40, número 6809, y que menciona que Adam (Adán), a.s., tenía una estatura de 60 codos (es decir, algo así como 30 metros).

Yusha (a.s.) en la Torah es llamado Jashua, y en las versiones en español de la Biblia se lo menciona como Josué.

Aunque el sagrado Qur´an no da su nombre, los sabios o gnósticos islámicos han señalado que es incluido en algunos versículos de las suras al-Waqiah, al-Kahaf y al-Maidah.

Las referencias bíblicas son más explícitas y es así que existe en el Antiguo Testamento un libro de Josué.

He aquí una cita que es iluminadora del carácter de este profeta, como de la orden divina que le fue dada:


“Solamente esfuérzate y sé valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mando; no te apartes de ella ni adiestra ni a siniestra, para que tengas prosperidad en todas las cosas que emprendas”.

(Sagrada Biblia, JOSUE 1:7-9)


Y acerca de su muerte:


"Después de un tiempo, Josué, hijo de Nun, el servidor del Señor, murió a la edad de ciento diez años.
(Sagrada Biblia, JOSUE 24: 29)"



"Lo enterraron en el territorio que había recibido en herencia, en Timnat Séraj, en la montaña de Efraím, al norte del monte Gaás".

(Sagrada Biblia, JOSUE 24: 30)



Hemos querido agregar algo referente a su edad y lugar de fallecimiento. Y esto porque nos parece interesante mencionar su longeva edad como el hecho que haya sido enterrado según la Biblia en una montaña, lugar que como veremos en próximos artículos siempre está relacionado con los gigantes. Y en Istambul su última morada está precisamente en una colina.


Como dato no menor se cree que desde siempre este lugar fue habitado por gigantes y que incluso la zona de la tumba del profeta Yusha (a.s) era conocida como « la cama de Hércules » por los romanos y griegos.


No cabe duda del carácter sacro de esta colina, la cual vigila con su gigante, el profeta Yusha (a.s), a Istambul, ciudad que fuera la última sede del Califato.


Esperamos pronto seguir tratando acerca de los gigantes en el Islam, tema de suyo desconocido en Occidente.


Sergio Fritz Roa